Desde 1959 hasta hoy nunca con tal pasión y desde posiciones tan diversas se ha planteado la necesidad de un diálogo en la isla que incluya temas como la libertad de expresión y la tolerancia política.
Diálogo. Libertad de expresión. Tolerancia política. Cese de la censura y del hostigamiento policial contra el que disiente. Espacios para el arte independiente y el activismo. Nunca en Cuba se había hablado tanto y tan claro de estos asuntos. Nunca con tal pasión y desde posiciones tan diversas luego de lo ocurrido en La Habana el 27 de noviembre, cuando cientos de jóvenes artistas y creadores se manifestaron a las puertas del Ministerio de Cultura (Mincult) para reclamar un diálogo con las autoridades sobre estos tema tan espinosos.
Rotos los puentes, mientras la ofensiva en la prensa oficial continua y se organizaban varios actos de repudio contra miembros del MSI, a cuyos líderes se prohibió salir de sus casas, comenzó una verdadera batalla en las redes, ideológica y también ética, en la que voces respetadas por la oficialidad, como la del cantautor Silvio Rodríguez, tomaron partido por el diálogo. “Da la impresión de que se agarraron a lo que fuera para suspender el diálogo, para quitárselo de arriba”, dijo Silvio en su blog Segunda Cita.
Cantantes como Carlos Varela, Haydee Milanes o Leoni Torres, intelectuales, psicólogos, académicos como Carlos Alzugaray o Julio Cesar Guanche, reclamaron también debate y cintura política para sentarse a hablar, y lo mismo pidieron los principales líderes masones. Los obispos católicos, en su mensaje de Navidad, también apelaron“al diálogo y a la negociación entre los que tienen opiniones y criterios distintos”.
Tiene que haber respuestas concretas a lo que se ha dicho, pero la dictadura no sede. En la pluralidad, diversidad, está la fuerza de esta nación, y esto ha quedado demostrado y por supuesto el miedo de la dictadura se pone al descubierto
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