Belchite, España.
Belchite es uno de esos recuerdos que quedan de las sangrientas guerras. En este caso, son las ruinas de este pueblo, destruido durante la Guerra Civil Española. Muchos mitos se han formado alrededor de este pueblo que es un destino turístico para los curiosos en Aragón, España.
Belchite es un municipio de la provincia de Zaragoza, España, situado a 49 km. de la capital. Tiene una población de 1.505 habitantes y 273,58 km² de extensión. Es la cabeza de la comarca conocida como “Campo de Belchite”.

Podemos dejar la tristeza y el dolor que dejó la guerra civil en España para adentrarnos en lugares un poco más escalofriantes y terroríficos. La capilla de los huesos en Portugal recibe su nombre porque en sus paredes reposan los restos de más de 5.000 monjes. Por si fuera poco, para hacerlo más aterrador, dos cuerpos cuelgan del techo atados con cuerdas.
La Capilla de los huesos (en portugués Capela dos ossos) es uno de los monumentos más conocidos de la ciudad de Évora en Portugal. Se trata de una pequeña capilla interior contigua a la Iglesia de San Francisco

La Capilla de los huesos fue construida en el siglo XVI por un fraile franciscano quien, bajo el espíritu de la Contrarreforma de la región, quería llevar a sus hermanos hacia la contemplación y transmitir un mensaje sobre el carácter efímero y transitorio de la vida. Esto está claramente expresado en la inscripción que se puede leer en su entrada:”Nosotros, los huesos que aquí estamos, por los vuestros esperamos”
Oradour-Sur-Glane, Francia
Oradour-sur-Glane (Orador de Glana) es una localidad y comuna francesa situada en el departamento de Alto Vienne, en la región de Nueva Aquitania
Este pequeño pueblo se mantiene intacto desde que fue abandonado en 1944. Debido a la invasión y masacre nazi la mayoría de su población murió. Hoy los turistas pasean en silencio por sus calles como símbolo de respeto y de rechazo a la crueldad de la ocupación nazi.
La villa fue reconstruida a distancia de su emplazamiento original tras la Segunda Guerra Mundial cuando fue escenario de la Masacre de Oradour-sur-Glane perpetrada el 10 de junio de 1944 por la división SS Das Reich. Heinz Barth, oficial de las SS y criminal de guerra nazi, fue el responsable de esta matanza.

El desastre nuclear de Chernóbil de 1986 hizo que esta ciudad de unos 50.000 habitantes quedara completamente vacía. Para muchos es un símbolo de desconfianza con el gobierno. El tiempo se detuvo en este lugar, pues todos los relojes quedaron sin funcionamiento por la fuerza de la tragedia.
El sábado 26 de abril de 1986, la central nuclear Vladimir Ilich Lenin, hoy norte de Ucrania y en ese momento dominio de la URSS, lanzó hacia el cielo una nube de dióxido de uranio, carburo de boro, óxido de europio, erbio, circonio y grafito…, quinientas veces mayor que el histórico hongo sobre Hiroshima (agosto de 1945), nacimiento de la Era Atómica.
Lo inmediato: en la planta murieron dos empleados, y otros veintinueve en los tres meses siguientes.
Sus cuerpos fueron sepultados en un enorme hoyo en la tierra. Sus féretros, luego de cerrados, fueron depositados en otros sarcófagos, pero de plomo, y cerrados con soldadura en todo su contorno, y por fin, la fantasmal tumba fue cubierta con toneladas de cemento…
A diferencia de los sarcófagos egipcios, cuyas fauces fueron abiertas tantas veces y exhibidos los embalsamados faraones…, el estremecedor osario de Chernobyl no debe ser abierto jamás: algunos de los venenos que contaminaron los cuerpos pueden durar ¡hasta veinticuatro mil años!
El desastre y la tragedia de Chernobyl, a la par de la explosión nuclear del Fukushima I, Japón, 2011, son los más graves en la Escala Internacional de Accidentes Nucleares, y es también una de las grandes catástrofes sufridas por el medioambiente.

Ciudad de los muertos, Rusia
Este es un caso peculiar, pues, lo que parece una bellísima aldea en realidad es un lugar aterrador. A lo lejos puedes observar un pequeño pueblecito con unas 100 hermosas casas de piedra en una colina muy verde. En realidad, estas son criptas llenas de huesos. No todo es lo que parece y este lugar pasa de parecer un pueblecito de cuento de hadas, a un aterrador cementerio en menos de nada.
Los lugareños creen que los que entran en la ‘ciudad de los muertos’ en la región rusa del Cáucaso Norte nunca regresarán. Sin embargo, esta necrópolis con los restos de más de 10.000 personas es un punto de interés turístico.
Los enterramientos tuvieron lugar durante los siglos XIV y XVIII. Sin embargo, algunos cuerpos están tan bien momificados que todavía conservan carne.
En muchos de los cadáveres hay ropa de diferentes épocas, objetos personales, así como regalos póstumos de sus familiares.
