La prensa está cometiendo muchos errores. Se me ocurren algunos: dar prioridad al rendimiento económico en vez de a la información de interés público, subirse al carro de las polémicas tontas de los políticos para dar de qué hablar, ser demasiado sectarios según la cabecera y no contribuir a la opinión pública con información cuidada por el simple hecho de hacer una sociedad mejor.
Ojo, la culpa no sólo es nuestra: los periódicos son empresas, y si vosotros, los lectores, no leéis determinados artículos, al final se dejan de hacer o se hacen menos. Nadie quiere escribir para nadie.
A la mediocridad general de la prensa se suma la de los políticos, que parecen más preocupados en generar debates rollo Sálvame que en hacer algo verdaderamente importante y que repercuta de algún modo en mejorar la vida de los ciudadanos.
Todo esto nos ha llevado a esconder ciertos asuntos bajo la alfombra. A la prensa no le interesa sacarlo a la luz por creencias erróneas, y a los políticos menos. Hablo de los suicidios, un tema de salud pública del que se pasa olímpicamente.
Este silencio es un error y actúa en contra de las víctimas y de las futuras víctimas. Las cifras están ahí y hay que recordarlas: según el INE, el suicidio sigue siendo la primera causa de muerte externa en nuestro país, con 7,6 suicidios por cada 100.000 habitantes. Una tasa que sitúa a España entre los países con tasas más bajas en Europa pero que confirma el suicidio como la primera causa de muerte externa en nuestro país, con 3.539 fallecimientos en 2018.
Para que se entienda mejor: cada día, en España, diez personas se suicidan, el doble de las que mueren por accidentes de tráfico. En el mundo, según la OMS, 800.000 personas se quitan la vida al año y otras miles lo intentan.
¿Cuántas veces has visto en los informativos noticias de accidentes de tráfico? ¿De cuántas campañas de seguridad vial has sido testigo? Muchas. ¿Y de los suicidios? Ninguna.
Cada dos horas y media se suicida una persona en España, diez al día: los muertos por suicidio duplican a los de accidentes de tráfico, superan en once veces a los homicidios y en ochenta a los de violencia de género. Son algunas de las cifras.
Cerca de 800.000 personas se suicidan cada año en el mundo.
– Por cada suicidio, hay muchas más tentativas de suicidio. Un intento de suicidio no consumado es el factor individual de riesgo más importante.
– El suicidio es la segunda causa principal de defunción en el grupo de 15 a 29 años.
– El 79% de los suicidios se produce en países de ingresos bajos y medianos.
– La ingestión de plaguicidas, el ahorcamiento y las armas de fuego son algunos de los métodos más comunes de suicidio.
