
Medio centenar de tanques y vehículos blindados y más de 1.200 soldados del ejército peruano resguardan desde el pasado martes la frontera de Tumbes con Ecuador, en un intento de frenar la nueva oleada del éxodo venezolano y taponar las 30 trochas (pasos clandestinos) usadas por los emigrantes para atravesar de un país a otro. Ambos gobiernos coordinaron el despliegue.
El imponente despliegue de blindados y militares en la frontera de Perú y Ecuador para “disuadir” a la “migración ilegal” evidencia el inagotable drama del éxodo venezolano así como la tensión que esta genera en países asolados por el covid-19, la crisis económica y en plena pugna electoral.
El “operativo de control”, como se refirieron las autoridades peruanas a esta medida, dejó imágenes de tono marcial y severidad para “atajar el paso” a “migrantes ilegales que pueden transmitir el covid-19”, y plantó a uniformados en prácticamente todos los pasos y trochas fronterizas que sirven para el tránsito de personas de manera irregular en la región.
La iniciativa, que también estuvo marcada por el despliegue de altas autoridades, entre ministros de Estado, jerarcas militares y policiales, así como de prensa oficial, constituye además una exhibición de “mano dura” para asegurar “la soberanía y el respeto a las normas” peruanas, en un contexto electoral donde ese tema está cobrando una importancia central.
Ciertamente, es un poco fuerte. Creo que muchas de estas cosas se han podido prevenir para regular el proceso migratorio no solo en Perú, sino en toda la zona, si desde el inicio hubiera habido un convenio… Los países de acogida tendrían que haber trazado un camino desde el inicio, pero no lo hicieron, y eso generó la migración descontrolada, lo que trae problemas para todos”, valoró Martha Fernández, presidenta de la Asociación Protección Población Vulnerable (APPV).
A su juicio, el problema que derivó con la llegada de los militares a la zona nace con el cierre de los pasos fronterizos regulares al inicio de la pandemia, algo que se hizo con el fin de evitar la expansión de la enfermedad.
Eso llevó inmediatamente al uso de trochas y pasos ilegales para el cruce de fronteras, algo que “todo el mundo sabía que estaba pasando”.
“Aquí hay ya organizaciones de ‘coyotes’, se sabe hace tiempo. Han hecho de esto su vida y es un negocio para todos. Traen gente directamente desde Colombia, sin pasar por frontera alguna. Eso existe, es vox populi, está en redes sociales y grupos de Facebook”, añadió.
Precisamente a eso se refirió este miércoles en la frontera el comandante de la Policía Nacional de Perú, César Cervantes, al informar que “los organismos de inteligencia” van a comenzar a identificar a “las mafias” que trafican migrantes a Perú “mayormente venezolanos”.