Los cubanos hemos crecido en medio de campañas que buscaban prevenir las enfermedades de transmisión sexual y que incentivaban a nuestros jóvenes a la buena planificación familiar y últimamente desaparecieron. Recuerdo que aún en los momentos más duros del período especial de los 90 nunca faltaron los condones. Los que lo vivieron recordarán que eran tan baratos y abundantes que muchos llegamos a teñirlos de colores y usarlos como globos de cumpleaños. En el país de las maravillas, en la potencia médica, hace ya unos años que escasean los anticonceptivos y hoy es imposible comprar un condón en Cuba. Pareciera que resulta más económico llevar a cabo maratones de regulaciones menstruales y legrados que comprar condones cuando matemáticamente es todo lo contrario. La inexistencia de anticonceptivos deja a los cubanos desprotegidos ante las ITS y sobre todo a nuestra juventud expuesta a embarazos indeseados e interrupciones peligrosas. Imagino que pronto encontrarán la solución a esto esperando que no sea la volvernos matemáticos o la que han encontrado para todo y haya que tener sexo en MLC, pues muchos por allá no tienen tarjetas VISA o MASTERCARD, para protegerse.
En fin los condones, nuestros globos de cumpleaños de los 90 están en peligro de extinción.
