Para los españoles, el 23-F es una fecha señalada desde que en 1981 el Teniente Coronel Antonio Tejero entrase armado al Congreso de los Diputados en plena votación de la investidura a Leopoldo Calvo-Sotelo como presidente.
Fue un intento de golpe de Estado que hubiera cambiado el país para siempre. Esa misma fecha, pero 23 años antes, fue el día de otro gran incidente que ocurrió en la Fórmula 1. Y su protagonista fue, ni más ni menos, que Juan Manuel Fangio.
El 24 de febrero de 1958 se celebró la segunda edición del Gran Premio de Cuba, un intento de Fulgencio Batista blanquear la situación de inestabilidad que se vivía y dar a conocer sus bondades al mundo. El año anterior lo había ganado Juan Manuel Fangio, ya toda una institución el deporte mundial, y por eso fue elegido para una operación de propaganda… del bando terrorista de Fidel Castro.
El Movimiento 26 de julio planeó el secuestro del ‘Chueco’. El objetivo era demostrar que Batista era incapaz de garantizar la seguridad y el buen hacer de un evento de la magnitud de un GP de Fórmula 1. Todo estaba planificado para hacer que la carrera se cancelase.
El día anterior a la carrera, el 23 de febrero, en el hall del Hotel Lincoln de la Habana, Fangio fue interceptado por Manuel Uziel, uno de los comandos del operativo que organizó el conocido guerrillero Faustino Pérez y uno de los hombres fuertes de Castro. Con un revólver en la mano, fue muy claro en sus palabras hacia Fangio: “Tiene que acompañarme. Queda usted en manos del Movimiento 26 de julio”.
Fangio se lo tomó casi como una broma, no siendo consciente de lo que ocurría, hasta que le metieron en un coche. Estuvo circulando por la ciudad durante varias horas, momento que aprovechó para intentar negociar su liberación.
Los miembros del operativo y el piloto acabaron en un apartamento. Allí, los secuestradores le dejan claro que no van a liberarle a tiempo para disputar la carrera del domingo, que ni siquiera vio por televisión.
Mientras tanto el francés Maurice Trintignant sustituyó a Fangio en una de las carreras más trágicas de la historia de la competición. El cubano Armando García Cifuentes se estrelló contra las gradas que estaban situadas en el circuito de la Avenida del Malecón. Murieron seis personas y otras 40 quedaron heridas. Fangio siempre atribuyó a la providencia que los secuestradores le evitaran vivir (y quizá morir) ese accidente.
Acabada la carrera, los secuestradores se vieron ante una eventualidad que no habían planificado, como siempre ha pasado con el régimen: ¿qué hacer con Fangio y cómo liberarle?. La mediación del periodista Manuel Camín propició su llegada a un apartamento cercano donde le recogió el embajador argentino en Cuba, Raúl Aurelio Lynch, que era además familiar de Ernesto ‘Ché’ Guevara.
Fangio nunca guardó rencor a sus secuestradores. De hecho, llegó a tener amistad con varios de ellos. Faustino Pérez y Arnol Rodríguez, ya como altos cargos del régimen castrista, le invitaron a Cuba en 1981 donde fue recibido por el propio Fidel como un invitado de honor.
¿Pero, que objeto cumplir el secuestro?
No se logró nada, pues ni llegó hacer un escándalo, ni dejó a Batista la situación en un estado que le afectar, sin embargo el accidente de seis fallecidos y 40 heridos, si dejó mucho que desear.
Y cuando se cuenta esta historia mucho no hablan de la causa que produjo este accidente del cual el propio Presidente Batista quería fuera un éxito y preparaba todo al detalle ¿Qué pasó entonces?
Pues una mancha de aceite, en una área que había sido inspeccionada fue una de las causas, a esto se suma que un piloto experimentado perdiera el control metiéndose directamente contra las gradas, y por la forma que fue, no cabe duda que una mano siniestra estuvo detrás de la manipulación del auto de carrera, solo basta ver el video donde el pilotos pierde completamente el control, y sin mucho que decir, sorprende que el secuestrado Fangio saliera hablando bien de los secuestradores y que años después visitar al propio Fidel Castro.
En fin amigo la pregunta a todo esto, si un grupo opositor cubano hiciera algo parecido¿Qué creen usted que pasaría?
Sin dudas la Revolución los jugaría por terroristas al servicio del imperio, sin dudas.

